Incrementa la demanda de informes no financieros. ¿Qué implica para las empresas?
31 Mayo 2024 · Vir Audit
Hoy recuperamos el artículo de Richard Collins, "Navigating non-financial disclosure reporting" publicado en la revista mensual GGI Insider, de Geneva Group International, la alianza global de firmas profesionales independientes donde Vir Audit es miembro.
Últimamente, ha habido una creciente demanda de informes no financieros. Pero, ¿qué implica el informe no financiero?
La idea general de la responsabilidad social corporativa (RSC) tiene sus raíces a principios del siglo XX, ganando una atención creciente durante las décadas de 1950 y 1960. Durante este período, algunas empresas empezaron a reconocer que su obligación hacia la sociedad iba más allá de los compromisos financieros. Como resultado, esta conciencia motivó la autoevaluación sobre iniciativas sociales y ambientales.
Durante la década de 1990, el concepto de la Triple Bottom Line, acuñado por John Elkington, ganó impulso. Este concepto subrayaba la idea de que las empresas deberían evaluar su éxito no sólo en términos financieros, sino también en términos de impacto social y ambiental. A finales de la década de 1990, se estableció la Iniciativa Global de Reporting (GRI).
El GRI desarrolló un marco integral para la presentación de informes de sostenibilidad, ofreciendo pautas para las organizaciones para que divulguen su rendimiento económico, ambiental y social. Actualmente, existen más de 100.000 informadores del GRI ubicados en más de 100 países.
Tras el establecimiento del GRI, surgieron varios marcos y estándares de informes de sostenibilidad a escala mundial, incluyendo la Serie AA1000, la ISO 26000 y el Carbon Disclosure Project (CDP). El panorama de los informes se volvía cada vez más complejo, incluso antes de adentrarse en los desarrollos de los años 2000.
En los últimos años, ha habido un notable aumento del interés de los inversores por la información no financiera. Muchos inversores consideran ahora que los factores Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ESG) son cruciales para comprender las perspectivas a largo plazo de una empresa. Las consideraciones ESG (Environmental, Social and Governance) se han convertido en una parte integral de las decisiones de inversión, impulsando numerosas bolsas de valores de todo el mundo a defender o exigir informes ESG entre las empresas cotizadas.
Aquí es donde observamos una divergencia en los requisitos de informes no financieros. Algunos informes son explícitamente obligatorios para varios mercados financieros globales, con el fin de informar sobre la toma de decisiones financieras abordando (a menudo obligatoriamente) los riesgos y las oportunidades. Por otra parte, existen informes destinados a compartir con todos los interesados para mostrar impactos positivos en el ámbito ambiental y socialmente responsable. Este aspecto gira en torno a la participación de los interesados, la cultura corporativa y la reputación. Estos informes de ‘impacto social’ sirven como herramientas valiosas para las organizaciones para comunicar su dedicación a la RSC, destacar logros y demostrar responsabilidad ante los interesados. Juegan un papel fundamental en la construcción de confianza, la atracción de inversores socialmente conscientes y el fomento de relaciones positivas con clientes y comunidades. Podemos examinar ambos requisitos.
Introducción de la Directiva de Reportaje de Sostenibilidad Corporativa (CSRD)
El 5 de enero de 2023 entró en vigor la Directiva de información corporativa sobre sostenibilidad (CSRD), después de su adopción por el Consejo Europeo el 28 de noviembre de 2022. La nueva Directiva revisa la Directiva sobre información no financiera (NFRD) de 2014, amplía el ámbito de aplicación de las empresas obligadas y refuerza los requisitos de información.
Esta iniciativa de la UE requiere que todas las grandes empresas y todas las empresas cotizadas (excepto las microempresas cotizadas) divulguen información sobre lo que consideran como los riesgos y oportunidades derivados de cuestiones sociales y ambientales y sobre el impacto de sus actividades en las personas y el medio ambiente.
El CSRD va más allá de la NFRD, ampliando los estándares de reportaje de sostenibilidad de la NFRD. Aproximadamente 11.000 empresas estaban bajo el ámbito de la NFRD, mientras que 50.000 empresas tendrán que cumplir con los requisitos de reporting del CSRD.
El objetivo del CSRD es proporcionar transparencia que ayude a inversores, analistas, consumidores y otros interesados a evaluar mejor el rendimiento de sostenibilidad de las empresas de la UE, así como los impactos y riesgos comerciales relacionados.
CSRD se basa en el concepto de doble materialidad. Las organizaciones tendrán que divulgar información sobre cómo sus actividades empresariales afectan al planeta ya sus gentes, y cómo sus objetivos, medidas y riesgos de sostenibilidad impactan en la salud financiera del negocio. Por ejemplo, además de requerir que una organización informe sobre su uso y costes de energía, el CSRD exige que informe sobre métricas de emisiones que detallen cómo este uso de energía impacta el medio ambiente, objetivos para reducir este impacto y proporcionar información sobre cómo la consecución de estos objetivos afectará a las finanzas de la organización.
Es importante destacar que el CSRD quiere que las empresas preparen sus informes en formato XHTML (Formato Electrónico Único Europeo – ESEF), ya que la información reportada debe ser fácilmente accesible para los inversores y otros interesados en la base de datos del Punto de ‘Acceso Único Europeo (ESAP).
Como guía, el cumplimiento del CSRD se hará de forma gradual desde 2024 hasta 2029, principalmente en base a la herencia de la NFRD o el tamaño de la empresa.
A partir del ejercicio financiero de 2024 (informes en 2025): El cumplimiento es obligatorio para las organizaciones que ya están obligadas a cumplir con la NFRD. Esto incluye a todas las organizaciones cotizadas en un mercado regulado de la UE con 500 o más empleados. A partir de aquí, existe un calendario de adaptación que actualmente está en proceso de revisión y que está inicialmente previsto que sea el siguiente:
2025 | Primer informe por empresas ya sujetas a la NFRD (para el año fiscal 2024, con publicación informe en 2025) |
2026 | Primer informe para grandes empresas que actualmente no están sujetas a la NFRD, pero sí sujetas a la Ley 11/2018 (para el año fiscal 2025, con publicación informe en 2026) |
2027 | Primer informe para pymes cotizadas, pequeñas y no complejas entidades de crédito y empresas de seguros (para el año fiscal 2026, con publicación informe 2027) |
Asimismo, se introduce la obligación, a nivel de la UE, de un informe de aseguramiento (verificación) con un alcance limitado de la información sobre sostenibilidad, con el objetivo de pasar a un aseguramiento razonable a largo plazo ( se estima que para el año 2028). La certificación de aseguramiento debe provenir de un auditor o certificador independiente acreditado, asegurando que la información de sostenibilidad cumple con los estándares de certificación que han sido adoptados por la UE. Cabe destacar que, en España, la obligación de verificar, con un alcance limitado, la información de sostenibilidad incluida en el Estado de Información No Financiera ya existía desde el año 2018 (Ley 11/2018).
Aunque puede no tener un efecto inmediato en muchas organizaciones, es innegable que los informes no financieros eventualmente van a influir en todas las entidades en cierta medida. Esta influencia podría derivarse de factores como las demandas de la cadena de suministro, la adhesión a los objetivos de cero emisiones, las evaluaciones de los mercados financieros o la creciente importancia de la transparencia con los interesados.
Los informes de impacto social
Los informes de impacto social son similares a los informes anuales y a menudo se realizan al mismo tiempo. Muestran a todas las audiencias y partes interesadas los resultados beneficiosos y los planes futuros que la empresa está realizando a través de los compromisos ambientales, laborales, comunitarios y filantrópicos. Éstos incluyen no sólo los beneficios intrínsecos que la responsabilidad social tiene para el planeta y la sociedad, sino también el retorno vital de la inversión social. Esto incluye ahorros operativos y financieros, el compromiso de los empleados y beneficios en el resultado final que son vitales para las licitaciones, la puntuación ESG para la inversión financiera, la sostenibilidad organizativa, los consejos para el futuro desarrollo y, en última instancia, la sostenibilidad empresarial a largo plazo. Son un paso perfecto hacia el CSRD.
Los informes de impacto incluyen acciones y métricas ambientales y sociales y por tanto, puede incluir datos sobre emisiones de carbono, consumo de energía, reducción de residuos, diversidad e inclusión, bienestar de los empleados y compromiso comunitario. También debería involucrar a la participación de diversas partes interesadas, incluidos empleados, clientes, comunidades locales e inversores. Comprender las perspectivas y preocupaciones de los interesados ayuda a las organizaciones a abordar cuestiones sociales de forma más efectiva.
Las empresas también pueden informar sobre sus esfuerzos por contribuir positivamente a las comunidades en las que operan. Esto podría acarrear iniciativas filantrópicas, apoyo a la educación y la salud locales u otros proyectos de desarrollo comunitario.
Los informes de impacto social sirven para la doble función de responsabilidad y transparencia. Permiten a las organizaciones mostrar su compromiso con la responsabilidad social, construir confianza con las partes interesadas y responder a la creciente demanda para que las empresas operen de forma sostenible y socialmente consciente. Este tipo de informes pueden ser voluntarios en la actualidad, pero es probable que sean exigidos por organismos reguladores en los próximos años.
Informar o no informar
Sin duda, informar sobre los impactos ambientales y sociales de las empresas es mucho más beneficioso que mantenerse en silencio sobre el tema. Los informes de impacto sirven como herramientas invaluables en marketing y comunicación, ofreciendo una forma de sustanciar y mostrar iniciativas positivas y socialmente responsables. La Acreditación de Responsabilidad Social Corporativa (CSR-A) ha introducido un sistema estructurado que facilita un sencillo proceso para establecer puntos de referencia sobre las actividades socialmente responsables de una organización.
Estos informes juegan un papel crucial en la preparación para posibles requisitos obligatorios futuros, como el CSRD. Además ofrecen información valiosa para los procesos de licitación, el cumplimiento de las normas ESG y la satisfacción de las solicitudes de los interesados externos. En definitiva, participar en la creación de informes de impacto social es un paso proactivo para preparar su organización para cumplir con los compromisos de sostenibilidad futuros.
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